Encuentro de fe y fraternidad: Invitados especiales de Colombia y Ecuador en el II Congreso Nacional de Evangelización PEIP
En el marco del II Congreso Nacional de Evangelización PEIP, que reunió a líderes religiosos y feligreses comprometidos con el evangelio, se contó con la valiosa asistencia de los invitados especiales de las jurisdicciones eclesiásticas de la Arquidiócesis de Portoviejo y Diócesis de Daule en Ecuador. Por parte, de Colombia las jurisdicciones invitadas fueron la Arquidiócesis de Manizales y la Diócesis de La Dorada-Guaduas. Estos distinguidos representantes han compartido sus experiencias y perspectivas sobre el crecimiento y los desafíos de la evangelización en sus respectivos territorios. En esta entrevista, nos acercamos a sus palabras para conocer más sobre su labor, visión y el impacto que este congreso tiene en sus comunidades.

- ¿Qué oportunidades o limitaciones hay a la hora de evangelizar en su territorio?
Soy José Briones Rosas, aspirante al diaconado permanente de la Diócesis de Daule, Ecuador. Algo que yo le puedo comentar desde la realidad de donde yo vengo: nosotros somos una diócesis nueva, apenas tenemos tres años. Pero nuestro obispo, Cristóbal Kudlawiec, ha tenido a bien poder empezar este camino y estamos en la etapa previa. Entonces, estamos en todo lo que es la animación, la convocatoria, para que todo el pueblo de Dios que peregrina en la Diócesis de Daule pueda vincularse a este proceso de evangelización.
- ¿Qué oportunidades o limitaciones hay a la hora de evangelizar en su territorio?
Jorge Montoya, sacerdote diocesano de la Arquidiócesis de Puerto Viejo de Manavía, Ecuador. Hay una conciencia clara de la necesidad de evangelizar tanto de los sacerdotes como de los laicos, de hecho tenemos frecuentemente formación en cuanto al proceso que estamos llevando, al plan, al proceso de evangelización, sin embargo los desafíos hoy en nuestra región por ser una ciudad del Pacífico, las cosas del Pacífico, estamos sufriendo sobre todo las afectaciones por la violencia debido a la lucha de territorio, por todo el narcotráfico, toda esta situación que realmente ha sido una ola creciente de violencia que estamos afrontando hoy en nuestra diócesis. Sin embargo, allí en medio de estas dificultades tenemos que seguir acompañando a las personas, dándoles signos de esperanza de que nuestras cercanías hacia las víctimas están allí presentes y llevándoles el mensaje de la Buena Noticia, este mensaje carismático que nos ayuda a sostener en todos estos momentos de dificultades.
- ¿Qué oportunidades o limitaciones hay a la hora de evangelizar en su territorio?
Soy la hermana Delfina Crespo, soy dominica de Santa Catalina de Siena y en estos momentos estamos haciendo presencia en la Diócesis de La Dorada-Guaduas. En este territorio vemos muchas oportunidades, especialmente el sentir de un pueblo que quiere caminar junto, que quiere trabajar y crecer unidos. Y en este crecimiento de unidad, buscamos la comunión y la participación en la misión, desde nuestro territorio. Esto también implica unas dificultades que estamos enfrentando, especialmente por las distancias. Estamos dentro de cuatro departamentos que geográficamente tienen dificultades, a veces, de desplazamiento. Pero eso no ha sido un impedimento; al contrario, nos ha llevado a buscar los medios para que todos estemos presentes, nos escuchemos, proclamemos, anunciemos, y lo hagamos con un espíritu de escucha.
- ¿Qué plan pastoral desarrollan?
Soy Jesús Alberto Sepúlveda Osorio, soy sacerdote de la Diócesis de La Dorada-Guaduas. La gran familia de la Diócesis de La Dorada-Guaduas sabe y entiende muy bien esta tarea que el Señor le ha encomendado en su largo trasegar como diócesis, allá en el territorio del Magdalena Medio. La misión se lleva a cabo con grupos eclesiales, movimientos laicales, con la catequesis. En cada una de las parroquias se realizan visitas a sectores, a veredas, semanas de misión, días de misión, y el mes de la misión: visitando hogares, cárceles, hospitales, escuelas, colegios, centros geriátricos y muchas instituciones donde, a veces, el rostro del Estado o la presencia del Estado no aparece de ninguna manera.
Donde más se necesita el anuncio del Evangelio, allí trata de estar nuestra diócesis, junto con cada uno de los sacerdotes y de los laicos, llevando ese mensaje de salvación a las almas que lo requieren. Es una tarea que nunca se acaba; por ende, es una tarea a la cual nosotros nunca podemos renunciar.
- ¿Qué plan pastoral desarrollan?
Juan David Botero González, sacerdote de la Arquidiócesis de Manizales. El plan de pastoral que nosotros tenemos el proceso evangelizador de la Iglesia. Y claro que tiene algunos elementos del Sine como también algunos elementos del PEIP, porque pues la idea es como nosotros en este proceso de evangelizar siempre tener como lo dice el PEIP, el corazón y el centro del Evangelio, pues a Cristo. Entonces a partir de allí vamos a tener siempre ese proceso de evangelizador en el sentido de que podamos llegar a todas las personas mediante estos procesos, estos ideales que nos presenta también el PEIP.