Seguridad y competitividad, los retos que amenazan el futuro del carbón en Colombia

El sector carbón, motor clave del comercio exterior colombiano, enfrenta una grave crisis de competitividad y seguridad, según Fenalcarbón, que celebra sus 30 años con optimismo, pero alerta sobre desafíos estructurales.
Carlos Cante, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Productores de Carbón (Fenalcarbón), destacó en la Cumbre Colombiana del Carbón 2025 que la combinación de medidas administrativas, tributarias y logísticas ha debilitado la posición del carbón frente al mercado global. Señaló que la transición energética del Gobierno, aunque necesaria, carece de una estrategia clara que garantice la sostenibilidad del sector, y que mientras se sigue dependiendo de la generación térmica y escasea el gas, la política energética debe recuperar sensatez.
Cante advirtió sobre una crisis energética inminente debido al déficit en generación eléctrica y escasez de gas natural, por lo que el carbón debe volver a ser un aliado estratégico con tecnologías más limpias para mitigar su impacto ambiental. Insistió en que el próximo gobierno debe reconocer el carbón como clave para la estabilidad eléctrica y fiscal del país.
En cuanto a la seguridad, el dirigente mostró preocupación por la situación crítica en el Catatumbo, Norte de Santander, donde la minería está paralizada por la inseguridad, secuestros, extorsiones y la falta de garantías. Denunció que la política de seguridad y el decreto de Conmoción Interior solo han significado mayores impuestos sin mejoras reales en la protección. La pequeña y mediana minería y varios inversionistas extranjeros han cerrado o abandonado operaciones por miedo y extorsión.
Cante hizo un llamado urgente al Gobierno para recuperar control territorial en el Catatumbo y garantizar condiciones seguras que permitan reactivar la minería legal, clave para el empleo, regalías y desarrollo regional.
Sobre producción y comercio, el tercer trimestre de 2025 evidencia una caída del 34.4% en exportaciones frente al año anterior, con 10.8 millones de toneladas menos vendidas. Esta contracción responde a la caída de precios internacionales, volatilidad cambiaria y altas cargas impositivas, especialmente el anticipo de renta del 4.5%, el más elevado en el país, que afecta la liquidez y ha hecho que algunas empresas reduzcan producción y exportaciones.
Este escenario podría significar una pérdida entre $2 y $2.5 billones en regalías, profundizando la crisis fiscal territorial. Fenalcarbón pide corregir los desequilibrios tributarios para que el carbón contribuya a la solución fiscal, resaltando la necesidad de estabilidad normativa, confianza y seguridad para recuperar competitividad y continuar siendo un pilar económico nacional.