La Archibasílica de San Juan de Letrán Historia, arquitectura e importancia como Cátedra Papal

Por: Diác. Víctor Julián Flórez Ortíz, Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta.
En la inscripción de la fachada leemos abreviadamente: «CLEMENS XII PONT. MAX. ANNO V –
La Archibasílica de San Juan de Letrán, oficialmente llamada Archibasilica Maior Papalis, Patriarchalis et Romana, Metropolitana et Primatis Cathedralis Sanctissimi Salvatoris et Sanctorum Ioannis Baptistae et Evangelistae Laterani (Archibasílica Mayor Papal, Patriarcal y Romana, Catedral Metropolitana y Primada del Santísimo Salvador y de los Santos Juan Bautista y Evangelista en Letrán), es la catedral de la Diócesis de Roma y la sede episcopal del Papa. Es la única Archibasílica del mundo y está situada fuera de la Ciudad del Vaticano, con status extraterritorial conforme al Tratado de Letrán de 1929 entre la Santa Sede y el gobierno de Italia.
«SACRO LATERAN ECCLES, OMNIUM URBIS ET ORBIS ECCLESIARUM MATER ET CAPUT» que
Nombre de Letrán
La basílica toma el nombre de Letrán del antiguo territorio romano del Laterano, perteneciente a la familia Laterani. Fue construida sobre los restos del palacio de esta familia y de un antiguo fuerte militar romano del siglo IV perteneciente al emperador Majencio. Según el relato de Eusebio de Cesárea, el emperador Constantino tras la victoriosa batalla contra Majencio en el puente Milvio en el año 311, habría donado la propiedad al obispo de Roma (Papa Melquíades) y habría hecho significativas donaciones para su construcción. Su dedicación inicial al Santísimo Salvador fue oficializada en el año 324 por el Papa Silvestre I. Siglos más tarde bajo el pontificado del Papa Clemente XII (1730-1740), la basílica añadió en su advocación a san Juan Bautista y san Juan Evangelista, sus copatronos.
Historia y evolución arquitectónica
El complejo lateranense fue la residencia Papal a partir de la mitad del siglo IV hasta el año 1305, cuando en el conclave celebrado en Perugia, los cardenales eligieron a Bertrand de Got arzobispo de Burdeos (actual Francia) como Papa Clemente V. Este pontífice trasladó la residencia a la ciudad de Aviñón. Durante el período hoy llamado exilio de Aviñón, los Papas vivieron fuera de Roma por un periódo de casi 70 años, interrumpiendo la residencia tradicional en Letrán. En el año 1371, el Papa Gregorio XI decidió regresar la sede papal a Roma; sin embargo, a diferencia del pasado, el Papa no volvió a residir en el palacio de Letrán, sino que estableció su residencia en los palacios del Vaticano, cerca de la Basílica de San Pedro. Desde entonces, esta ha sido la residencia oficial de los pontífices, aunque la Basílica de San Juan de Letrán conserva su status como catedral del Papa y símbolo de su autoridad episcopal en Roma.
La basílica, no como templo, sino como basílica, es la más antigua y la de mayor rango canónico entre las cuatro basílicas Papales principales (San Pedro, San Pablo fuera de los muros, Santa María la Mayor y San Juan de Letrán). La estructura original fue reconstruida tras daños causados por incendios y terremotos del siglo XIV. En el siglo XVI, bajo el pontificado del Papa Sixto V, y luego con la intervención de Francesco Borromini en el siglo XVII, la basílica adquirió su actual configuración barroca en el interior, mientras que su magnífica fachada neoclásica fue diseñada por Alessandro Galilei y terminada en año 1735 bajo el pontificado del Papa Clemente XII.
Al interior de la basílica, la cátedra actual que se conserva, es una reconstrucción del siglo XIX, basada en la original del pontificado de Nicolás IV (1288-1299), con imágenes simbólicas de demonios representada por cuatro figuras demoníacas a sus pies: un áspid, un león, un dragón y un basilisco, en referencia al Salmo 91,13: «pisotearás leones y víboras; pisotearás leoncillos y dragones». En la catedra, en la que el Papa se sienta rodeado del clero para tomar posesión oficial de su cargo de obispo de Roma, el mal es vencido por Cristo.
La Archibasílica de San Juan de Letrán es no solo la catedral histórica y funcional del Papa, sino también un importante monumento que sintetiza la fe, la historia y la autoridad del pontificado en la Iglesia Católica. Representa la continuidad de la tradición episcopal romana desde el siglo IV y sigue siendo un centro clave de la vida litúrgica y administrativa de la Iglesia.