Con un mensaje de paz y reconciliación, Obispo de Cúcuta visitó Lourdes
El pasado domingo 27 de abril, día de la Divina Misericordia, monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, visitó el municipio de Lourdes, donde presidió la Sagrada Eucaristía con el fin de compartir un mensaje de paz y reconciliación.
La Eucaristía se celebró a las 11:00 a.m. y tuvo como intención ofrecer, de parte del Obispo, un mensaje de cercanía a los fieles de esta comunidad parroquial, sus familias e instituciones, debido a los hechos de violencia que ocurrieron el pasado Sábado Santo en la procesión, posteriormente a la Solemne Vigilia Pascual, en los que un agente de policía perdió la vida.

Monseñor José Libardo, manifestó en la homilía sobre su visita que “la presencia es muestra del amor de Dios que siempre acompaña para que la paz, la esperanza y la caridad se manifieste en medio de las dificultades que se viven”; además, basándose en el Evangelio que fue proclamado en la Santa Misa, expresó: “en el nombre del Señor les traigo la paz, como un regalo que viene de lo alto y que Jesús hoy en el evangelio nos regala como resucitado”. Posteriormente finalizó su mensaje afirmando que: “la violencia causa oscuridad, dolor y sufrimiento; pero nosotros que creemos en la resurrección caminamos sostenidos por la fe y la esperanza, y no permitimos que la muerte y las contrariedades opaquen la luz de Dios que se nos ha concedido en la noche de la Pascua”.
La celebración estuvo acompañada por el presbítero William Aguilar Vargas, vicario general de la Diócesis de Cúcuta, el presbítero Oscar Alexis Pérez Morales, párroco de Nuestra Señora de Lourdes, el presbítero Samuel García Botello, vicario territorial de san Rafael, el presbítero Yessid Fernando Rubio Rolón, párroco de Nuestra Señora de la Esperanza y el presbítero Diego Eduardo Fonseca Pineda, director del Centro de Comunicaciones.
Una vez terminada la Eucaristía, monseñor José Libardo Garcés Monsalve se dirigió hasta la estación de policía del municipio donde ofreció una plegaria para pedir al Señor la fortaleza para los miembros de la fuerza pública que allí prestan su servicio; a su vez les bendijo y les entregó un Santo Rosario invitándolos a pedir la protección de la Santísima Virgen María que a nadie desampara.