Las redes sociales y el impacto que generan en la salud mental de los adolescentes
Un nuevo informe revela el papel que juegan las redes sociales en la vida de los jóvenes y cómo estos gestionan los diversos beneficios y desafíos, especialmente siendo personas de color, LGBTQ+ o lidiando con la depresión. El informe, publicado el martes por ‘Common Sense Media y Hopelab’, un laboratorio de innovación social e inversor de impacto enfocado en el bienestar juvenil, resalta tanto los aspectos positivos como negativos de las plataformas en línea. Entre los beneficios se incluyen la conexión social, la autoexpresión y el acceso a información, mientras que los efectos negativos afectan la capacidad de atención, la confianza y la satisfacción personal.
Amy Green, jefa de investigación de Hopelab, comentó en un comunicado de prensa: «La mayoría de las conversaciones y titulares sobre redes sociales y salud mental juvenil se centran únicamente en los daños, presentando a los jóvenes como consumidores pasivos. Esta investigación demuestra que es mucho más complejo. Si realmente queremos mejorar el bienestar de los jóvenes, debemos escuchar sus experiencias y asegurarnos de no eliminar inadvertidamente el acceso a beneficios positivos cruciales».
Los autores señalan que esta investigación ha sido motivada por la crisis nacional de salud mental juvenil, caracterizada por el aumento de trastornos mentales como la ansiedad y la depresión, los pensamientos e intentos de suicidio y el uso de antidepresivos entre los jóvenes.
Los investigadores encontraron que la tasa de síntomas depresivos entre los jóvenes ha disminuido un 10% desde los picos de la pandemia, pero sigue siendo alta y comparable a los niveles de 2018. Casi la mitad de los jóvenes reportaron haber experimentado algún grado de depresión, y casi un tercio (28%) dijeron tener síntomas moderados a graves.
Los jóvenes con depresión eran más propensos a la comparación social y a la presión de mostrar su mejor versión en redes sociales. Sin embargo, también eran más hábiles en encontrar recursos para su bienestar y en personalizar sus feeds para evitar contenido no deseado, utilizando funciones como «no me interesa», reportando contenido inapropiado u ofensivo, o bloqueando a personas cuyo contenido les molestaba. Estos jóvenes también curaban positivamente sus feeds dando «me gusta» y dedicando más tiempo a contenido que disfrutaban, ya que muchos algoritmos de redes sociales ofrecen más contenido basado en el nivel de interacción con ciertos temas.
Muchos participantes también destacaron los aspectos positivos de las redes sociales, considerándolas un espacio para buscar apoyo y asesoramiento, relajarse, conectar con seres queridos y personas con experiencias, intereses o identidades similares, mantenerse informados y seguir a personas influyentes o creadores de contenido favoritos.